Unidá pon el güevu

Germán Abad, cabezaleru d’Unidá y candidatu pel Oriente, escribe en El Comentario.tv un artículu sobre lo que pretende ser la coalición y lo que ye la preba de la so aición política nos tiempos últimos. D’una banda, les aiciones xudiciales a la escontra del PXOU de Llanes, na que s’enfrenta al Gobiernu socialista y a tol poderíu constructor. De la otra parte, la denuncia pol llibru ‘Construyendo Asturias’, misteriosa publicación que por sí mesma simboliza la concepción de la propaganda pola parte del Gobiernin FSA-PSOE-IU-BA-LV. Nesti últimu caso, Abad cuenta qu’Unidá yá punxo el güevu, yá adelantó l’aval que-y piden los xueces pa meter p’alantre a nun se sabe quién ¿el gobiernín ‘d’izquierda plural’?, ¿a les constructores agradecíes?… Toles desplicaciones teneisles na estaya de colaboradores de El Comentario, o nesti mesmu post calcando darréu.

Germán Abad

Parece que el nacimiento de la coalición UNIDÁ está despertando bastante interés, a juzgar por los numerosos apoyos recibidos y también por algunos ataques dignos de mención. No es de extrañar puesto que, en mi opinión, se trata del proyecto mas serio de unión del nacionalismo asturiano de izquierdas, al que se suma el ecologismo independiente que representan Los Verdes-Grupo Verde.

A principios de los años 90 aparecieron en Asturies dos partidos de la izquierda nacionalista, Andecha Astur e Izquierda Asturiana. Pese a que el proceso de unión y acción conjunta era deseable y posible, se tardaron muchos años, demasiados, en culminarlo. Pero lo cierto es que se consiguió, aunque con el tiempo justo para presentarse a estas elecciones autonómicas y municipales.

En consecuencia, UNIDÁ es un proyecto nuevo, pero que ve la luz a partir de unas fuerzas políticas experimentadas en el campo asturianista y verde. No podemos permitirnos caer en los errores del pasado, y no lo vamos a hacer, porque nuestra experiencia por separado nos impedirá volver a cometerlos ahora que estamos unidos. Además, están en juego los problemas de los trabajadores y parados, la insoportable sangría de emigrantes forzados y la falta de futuro para la juventud, por poner tres ejemplos que van ligados a la gestión del gobierno del PSOE e IU, partidos que no tienen un proyecto para Asturies, sino más bien para sí mismos, y cuyas huellas llevan el signo de la especulación y el desprecio al medio ambiente, así como la falta de solución real al gravísimo problema de la vivienda.

En UNIDÁ no hay personalismos, uno de los grandes lastres del asturianismo, es decir, no hay jefes, presidencias o varonías con cuotas de poder, sino que hay un equipo de personas que toma decisiones después de analizar, dialogar y debatir. También hay reparto de responsabilidades de forma colegiada, nunca personal, como garantía de eficacia y de acierto en las decisiones a tomar y en las acciones a emprender. Y sobre todo hay una enorme ilusión en ir construyendo esa alternativa asturiana y verde de izquierdas, que a todas luces resulta imprescindible para los que queremos una Asturias con futuro. Hasta ahora no existía esa alternativa, pero desde UNIDÁ creemos que podemos ofrecerla a la sociedad asturiana. Lo haremos con nuestro esfuerzo permanente, escuchando a la gente con humildad e intentando llegar con nuestras ideas y propuestas al mayor número de asturianos. Dicho esto, es fácil deducir que nuestros proyectos no acaban, ni mucho menos, en las elecciones del 27 de mayo, elecciones cuyo resultado no pude tomarse como un test para UNIDÁ, dada la premura de tiempo y las dificultades que siempre se presentan cuando una coalición empieza a dar los primeros pasos, aunque no obstante, tenemos razones bien fundadas para pensar en obtener por lo menos un buen número de concejales, y para que sean revalidados en su puesto algunos ya ejercientes. De ahí para arriba.

Como seguramente es bien conocido, la coalición UNIDÁ, formada a partir de Andecha Astur, Izquierda Asturiana y los Verdes-Grupo Verde, tiene sus particularidades. Así por ejemplo, algunos militantes de Andecha prefirieron seguir su camino por separado utilizando las siglas de Andecha Astur, cuestión que está pendiente de los tribunales, mientras que en Los Verdes-Grupo Verde hay antiguos militantes de Los Verdes de Asturies, disconformes con el pacto que este grupo acaba de firmar con Izquierda Unida. Todo lo cual nos define de algún modo, ya que, en el primer caso, queda claro que preferimos la unión de fuerzas afines, con sus riesgos y dificultades, frente a los que yendo por libre quedan atados a su inmovilismo y a su intolerancia, y en el segundo caso dejamos claro que con Izquierda Unida no tenemos nada en común.

Mal asunto esto de que todo el mundo sepa de antemano que IU va a pactar con el PSOE después de las elecciones, siempre, claro, que el PP no tenga mayoría absoluta. Y digo mal asunto, porque la gente empieza a pensar que lo único innegociable para IU es el sillón, más allá de las promesas a que nos tiene acostumbrados. Unas promesas que vuelven a ser las mismas con las que IU engañó a muchos hace cuatro años.

Recordando algunas intervenciones en este foro, quiero referirme ahora a las críticas y descalificaciones de personas del mundo de la política por el mero hecho de haber pertenecido a otro partido en el pasado. UNIDÁ no se salva de estas críticas, pero yo no conozco a ningún político en Asturias que siendo mayor de treinta años no haya militado antes en un partido distinto del que tiene en la actualidad, y aquí nos incluimos una buena parte de los miembros de UNIDÁ. Todo el mundo tiene derecho a evolucionar y madurar sus ideas, o a cambiarlas incluso sin que estén maduras, y en consecuencia hay que ver los cambios de partido como un ejercicio de normalidad democrática.

UNIDÁ aspira a se una alternativa política para Asturies, porque tenemos las cosas claras y porque nos diferenciamos netamente de las demás fuerzas políticas. Y para demostrar esto y dejar claro que no hacemos diferencias entre palabras y hechos es inevitable hacer referencia a dos circunstancias bien diferenciadas que avalan lo que decimos. En primer lugar, y antes incluso de crearse la coalición, emprendimos una batalla judicial por la publicación anónima “Construyendo Asturias”, publicación de la que ahora el PSOE se beneficia electoralmente. Como es sabido, se trata de un libro que canta los éxitos de las consejerías y alcaldes del PSOE, con una retahíla de obras y proyectos que son plasmados en las distintas versiones de este libro, editadas por zonas. Siendo una publicación anónima de 200.000 ejemplares, en la que los constructores parecen transformarse en almas caritativas poniendo de su bolsillo los gastos de la edición, unos tres millones de euros, se puede deducir el truco fácilmente. La consiguiente denuncia que presentamos por presuntos delitos de malversación de fondos públicos y cohecho fue admitida a trámite, a la vez que se trasladaba el asunto al juzgado de Leganés (lugar donde se imprimió el libro) para que se interrogara al gerente de la imprenta. Este juzgado se inhibió y devolvió las actuaciones al juzgado de Oviedo, el cual nos pidió al mismo tiempo la consiguiente fianza, que ya hemos cumplimentado pidiendo un aval bancario. En el aire quedan muchas preguntas que haremos al citado gerente sobre los fondos que movieron esta publicación y los bolsillos que la hicieron posible. Y mucho nos tememos que esos bolsillos no fueron precisamente los de los constructores sino los de todos los ciudadanos.

Hay una segunda denuncia que puede servir de garantía del firme propósito de UNIDÁ de luchar contra la especulación urbanística en Asturias. Me refiero al PGOU de Llanes. Muchos de los militantes que hoy estamos en UNIDÁ iniciamos en su día un contencioso contra este plan urbano llegándonos la sentencia de anulación del mismo en fechas recientes. Damos por descontado que en su momento pediremos la ejecución provisional de esta sentencia, al mismo tiempo que lucharemos por la inadmisión del recurso que plantean las partes contrarias. Y hablo de partes contrarias porque ahora resulta que aparecen un montón de afectados por la sentencia: Asociación de Empresarios de la Construcción (ASECOA), y las juntas de compensación de los planes parciales de la Llavandera y l’Atalá, que están siendo defendidos por ilustres abogados. Algunos de ellos ya pidieron la nulidad de actuaciones a la Sala de lo Contencioso-Administrativo, por no haber contado con ellos como interesados en su momento, petición que fue denegada mediante una providencia judicial de fecha 27 de abril.

Está claro que existe una estrategia doble para tumbar la sentencia judicial sobre el PGOU de Llanes: intentar la nulidad de actuaciones y recurrir la sentencia ante el Supremo. En ambos casos se conseguiría el mismo objetivo: ganar tiempo para rematar todos los planes parciales previstos y asegurar todas las actuaciones urbanísticas que ahora han sido anuladas por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. El resultado será siempre el mismo: convertir la sentencia en papel mojado y hacer del paisaje y la costa llanisca el chivo expiatorio. En UNIDÁ hemos comprendido el desafío y aceptamos el reto. Estamos dispuestos a que no se salgan con la suya.

Cabe preguntarse por qué ninguna fuerza política distinta de UNIDÁ llevó hasta las últimas consecuencias el libro famoso o el plan llanisco. ¿Será porque saben que obtendrán sus escaños sin esforzarse lo más mínimo?. Si por ellos fuera, aquí no habría pasado nada, y así nos va. Esta es nuestra diferencia: creemos en lo que decimos y lo ponemos en práctica, aunque nos cueste dinero, esfuerzos, reveses y disgustos. Los votos que reciba UNIDÁ, pocos o muchos, serán nuestro estímulo, y no van a caer en saco roto.

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